Columna Semanal - Temática Libre - Descubrimiento de Educación Social

 

Cómo acabé estudiando Educación Social (y por qué ha sido lo mejor que me ha pasado)

Si alguien me hubiese dicho hace un par de años que iba a estar feliz estudiando una carrera, no me lo habría creído. Sinceramente, estudiar nunca ha sido lo mío. Siempre me ha costado mucho ponerme, y si soy sincero, la mayoría de las veces era por pura pereza. Repetí segundo de bachillerato simplemente porque no me lo tomé en serio. Pero la segunda vez me lo curré de verdad y aprobé bien. Fue la primera vez que sentí que podía con algo si me lo proponía.

Después vino la EBAU, que me salió bastante bien, y me dio la nota para entrar más o menos donde quería. El problema era que… no tenía ni idea de qué quería. Estaba perdido, y mi situación personal en ese momento tampoco ayudaba.

Entré en Administración y Dirección de Empresas un poco por inercia, porque parecía lo típico. Pero no me gustó nada, cero. Volví a quedarme en el aire, sin saber qué hacer, y bastante frustrado.

Entonces mi madre, que siempre me conoce mejor de lo que me gustaría admitir, me sugirió que probara con Psicología en Badajoz. Tenía sentido, porque además mi pareja vive allí. Pero no me dio la nota. Entonces me dijo: “¿Y por qué no pruebas con Educación Social?” Yo no tenía ni idea de lo que era eso. Me sonaba a trabajo social o algo parecido, pero no lo veía claro. Aun así, me lancé, sin muchas expectativas.

Y hoy, casi 8 meses después, puedo decir sin ninguna duda que ha sido la mejor decisión que he tomado en mi vida.

Me flipa lo que estudio. Me interesa, me hace pensar, y por primera vez siento que estoy aprendiendo algo que tiene sentido para mí. Pero lo que más valoro de todo es la gente con la que comparto clase. No sé cómo, pero he tenido la suerte de rodearme de personas que me ayudan, me motivan y me hacen sentir que estoy donde tengo que estar. Mis compañeros son increíbles. Me complementan en todo, y les estoy súper agradecido porque me lo hacen todo más fácil.

Este post no es para dar lecciones, ni mucho menos. Solo quería contar un poco de cómo ha sido este camino, porque a veces uno empieza muy perdido, pero si te dejas llevar (y escuchas a tu madre, de vez en cuando), puedes acabar en un sitio que ni te imaginabas, y que resulta ser justo el lugar donde deberías estar.

– Markis

Comentarios

Entradas populares