Educador Social en 2050 - Columna Semanal
Mi primer día como educador social en prácticas (2050):
Por Marcos Tovar, 21 años.
Hoy empecé mis prácticas en el Centro de Estimulación Comunitaria, aunque todos lo llaman “La Burbuja”. Es un espacio futurista, lleno de jardines interiores, sensores emocionales y salas de realidad aumentada. Pero lo que más me impactó no fue la tecnología, sino el silencio de los niños.
Me tocó estar con Eneko, un chico de 12 años que vive casi encerrado en su casa inteligente. Sabe programar mundos virtuales, pero apenas puede sostener una conversación. El sedentarismo y la falta de vínculos reales han dejado huella.
Jugamos con una mesa de LEGO interactiva. Al colocar una pieza, sonó un tono suave. Eneko me miró por primera vez y dijo: “Ese sonido me gusta. Es como cuando me tapo con la manta.” Fue la primera emoción que compartió en mucho tiempo.
Ese momento me recordó por qué estoy aquí. No para enseñar, sino para acompañar. En un mundo cada vez más desconectado, emocionar sigue siendo revolucionario.
La mayoría de los niños están completamente alienados, ya casi no se ve gente en la calle, están todos en sus casas, en espacios virtuales... Es triste ver que la gente carece de muchas emociones.
Holaa Marcos!! Esta muy guay la historia que has creado sobre como podría ser un educador social en 2025, refleja bastante cosas... está muy interesante. Un saludo :))
ResponderEliminarHola Marcos. Me ha gustado mucho tu diario. Es curioso ver cómo la tecnología nos está llevando a un lugar donde, a pesar de que tenemos todo a nuestro alcance, también nos estamos alejando de lo más importante, las conexiones de las personas en la vida real. ¿Crees que con todo lo que está avanzando la tecnología, se puede encontrar un equilibrio entre lo que es humano y lo que rs virtual? 🤔
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